Consejos para hacer una vivienda accesible

La Accesibilidad de una vivienda es fundamental para que las personas con movilidad reducida o en silla de ruedas puedan disfrutar de una mayor autonomía y una mejor calidad de vida.

En ocasiones, no se trata de ejecutar grandes obras, sino de tener en cuenta una serie de consejos y llevar a cabo pequeños cambios que harán que las personas con problemas para moverse se sientan más a gusto.

Contenidos
  1. Debemos tener en cuenta la anchura de las puertas
  2. Instalación de ayudas en las escaleras
  3. Poner agarraderos en las paredes
  4. Suelos antideslizantes
  5. El baño es una de las zonas más delicadas

Debemos tener en cuenta la anchura de las puertas

Con el fin de que una silla de ruedas pueda pasar sin problemas, las puertas dispondrán de un ancho mínimo de unos 80 cm, mejor si es alguno más para que el paso sea más fácil.

Otra cosa que se puede hacer es poner puertas correderas, que son más sencillas de abrir por una persona en silla de ruedas y además ocupan menos, lo que facilita dejar este hueco de 80 cm si el espacio escasea.

Instalación de ayudas en las escaleras

Un ascensor es caro, pero por suerte ya no hace falta ponerlo, puesto que hay soluciones como plataformas salvaescaleras, sillas que pueden subir a una persona por un raíl al piso de arriba, pequeños elevadores, etc.

No son demasiado costosos, y en muchas ocasiones hay subvenciones de las CCAA, en especial cuando se trata de instalaciones en comunidades de vecinos.

Poner agarraderos en las paredes

A veces, mejorar la movilidad o la accesibilidad de una vivienda es tan sencillo como poner agarraderos en las paredes, en puntos como pasillos en donde hay que caminar más o en el baño, en la zona de la ducha.

Estas agarraderas pueden ser cortas, como un asidero, o largas del estilo de las barandillas que hay en los pasillos de los hospitales, con el fin de que los enfermos tengan mayor facilidad a la hora de caminar solos.

Si en la vivienda hay personas con sillas de ruedas también les pueden ayudar, pero hay que tener cuidado con el fin de que no interfieran a la hora de hacer los giros.

Suelos antideslizantes

Solemos elegir los suelos de casa por estética, pero en el caso de que haya una persona con problemas de movilidad esto pasa a un segundo plano, puesto que si el suelo no es antideslizante se caerá antes o después.

Es cierto que no siempre se pueden hacer obras con el fin de cambiarlo, pero ahora podemos colocar uno de plástico que se pega encima del existente, de manera que la sustitución será económica.

El baño es una de las zonas más delicadas

De todas las estancias de la vivienda, en cuanto a accesibilidad en la que más hay que trabajar es en el baño.

Por ejemplo, en el caso de las personas que van en silla de ruedas, el lavabo estará a su altura, carecerá de pedestal y deben de poder moverse con libertad sin nada que les estorbe.

El WC tiene que contar con los asideros necesarios y la ducha siempre es mejor que esté al nivel del suelo, sin plato para que no exista ningún escalón.